El Espectador – Aunque quisiéramos arrancar la semana con otro tipo de contenidos, nos parece pertinente dejarles por aquí una corta explicación de la guerra que desde hace un par de días se está librando entre Israel e Irán. Imaginamos que han visto por ahí los videos e imágenes de misiles que van de un país a otro, incluso con imágenes surrealistas como fiestas o matrimonios que suceden mientras los cielos estrellados son alumbrados por los ataques que cruzan kilómetros hasta llegar a sus objetivos.
¿Qué es lo que está pasando ahora entre Israel e Irán? ¿Qué se puede esperar de este conflicto? ¿Por qué se dio la nueva escalada? Vamos a intentar explicarlo brevemente para que comprendamos lo esencial y no estemos tan perdidos con respecto a lo que pasa en Oriente Medio.
¿Por qué empezó nuevamente la escalada de violencia entre ambas naciones? Resulta que la semana pasada Israel lanzó una ofensiva sin precedentes contra instalaciones nucleares iraníes, incluyendo Natanz, provocando la muerte de altos mandos militares y científicos iraníes. A este suceso, Israel lo llamó “Operación León Ascendente” (Operation Rising Lion). Teherán respondió con misiles que alcanzaron Tel Aviv y superaron el escudo del Domo de Hierro desde el viernes pasado.
Tras el ataque, Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, dijo: “Hace unos momentos, Israel lanzó la Operación Rising Lion, una operación militar dirigida para hacer retroceder la amenaza iraní contra la propia supervivencia de Israel”.
En la alocución, Netanyahu aseguró que, durante décadas, “los tiranos de Teherán han pedido abiertamente y con descaro la destrucción de Israel. Han respaldado su retórica genocida con un programa para desarrollar armas nucleares”. Asimismo, señaló que Irán ha producido suficiente uranio para “nueve bombas atómicas. Nueve. Si no se detiene, Irán podría producir un arma nuclear en muy poco tiempo. Podría ser un año. Podría ser dentro de unos meses, menos de un año”.
